Esa es la gran pregunta que me he hecho esta semana tras vivir una experiencia real en LinkedIn que hoy quiero compartir contigo.
LinkedIn se ha convertido en la red por excelencia para generar oportunidades de negocio, hacer crecer tu marca personal y conectar con potenciales clientes. Pero… ¿estamos todos entendiendo igual cómo funciona? Spoiler: no.
La historia real en LinkedIn que me hizo reflexionar
Me llega un mensaje privado de un comercial de una gran marca de vehículos. No le conocía de nada, ni había visto su nombre antes.
Su mensaje, extenso como un correo comercial clásico, iba directo al grano: «Quiero ofrecerte mis servicios para gestionar la flota de vehículos de tu empresa y agendar una reunión.» Sin conectar. Sin preguntar. Sin personalizar.
Prospección en frío pura y dura… pero en LinkedIn.
Le respondí sincera y educadamente: «Feliz día …, no sé quién le ha enseñado a usar LinkedIn, pero este tipo de mensajes es justo lo contrario a lo que nos gusta aquí.»
Su reacción fue aparentemente buena:
«Estimado Enrique, nadie me ha enseñado, soy autodidacta y le agradezco su consejo. Tomaré nota y le pido disculpas.»
Quise darle una segunda oportunidad y le expliqué mi visión:
✅ En LinkedIn primero se conecta ✅ Luego se conversa ✅ Y solo si hay encaje, se ofrece algo
Incluso le recomendé usar IA para personalizar sus mensajes y mejorar su proceso de prospección.
Le respondí con respeto, pero claro: «En LinkedIn estamos para generar relaciones profesionales. Y, como en cualquier relación, primero nos conocemos… y si hay encaje, quizás hablemos de hacer negocios.»
Parecía que la conversación quedaba ahí.
Su respuesta… y el choque de mentalidades
Por la noche, recibí otro mensaje suyo. Esta vez, me compartía sus “resultados” del día:
✅ 40 nuevos contactos ✅ 7 reuniones agendadas ✅ 2 ofertas pedidas por email ❌ 1 queja (la mía)
Remató con esta frase: «Yo busco resultados… aunque no sepa usar LinkedIn.» Y acto seguido, me eliminó de su red.
El dilema que esto me plantea:
¿Vale todo en LinkedIn con tal de conseguir resultados a corto plazo? ¿Medimos el éxito solo en números… o también en reputación y relaciones construidas?
Dos mentalidades muy diferentes en juego:
1. La del comercial de toda la vida:
Sale a vender a puerta fría.
Mide el éxito en número de reuniones y presupuestos enviados.
Prima el corto plazo y el volumen.
Si alguien se queja o se quema la relación… «da igual, otro lead más».
2. La del empresario o profesional que entiende LinkedIn como un activo:
Construye relaciones y confianza.
Mide el éxito en recomendaciones, reputación y relaciones sólidas.
Piensa en el medio-largo plazo.
Sabe que cada mensaje deja una huella en su marca personal.
¿Qué es lo que la mayoría no ve?
Que la prospección agresiva puede funcionar una vez, pero deja un desgaste en la red. Quemar contactos puede darte 7 reuniones hoy… pero cerrarte 50 puertas mañana.
LinkedIn no es una base de datos de leads. Es una red donde las relaciones se construyen con confianza, valor y conversación.
¿Cómo prospectar bien en LinkedIn? 5 claves prácticas:
1️⃣ Empieza conectando: Mira el perfil, busca un punto en común y personaliza tu primer mensaje. 2️⃣ Genera conversación: Pregunta, escucha y entiende si hay encaje. 3️⃣ Aporta valor antes de ofrecer: Comparte contenido útil, recomendaciones o casos de éxito. 4️⃣ Cuida tu marca personal: Todo lo que envíes habla de ti y de tu negocio. 5️⃣ Piensa en el largo plazo: Construye una red que te recomiende, no que te bloquee.
Mi conclusión como empresario y profesional de la digitalización:
Yo prefiero construir relaciones que me abran puertas mañana, antes que perseguir leads que me cierren ventanas hoy.
LinkedIn es un activo a largo plazo, y si lo usas bien, puede ser tu mejor canal de ventas. Pero recuerda: aquí no gana quien más vende hoy, sino quien mejor siembra para el futuro.
Y ahora te pregunto a ti:
👉 ¿Cómo prospectas tú en LinkedIn? 👉 ¿Te ha pasado algo parecido?
Déjame tu opinión en los comentarios o compárteme tu experiencia.
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